La Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra el 31 de octubre el Día Mundial de las Ciudades para concienciar sobre el importante papel que desempeñan las ciudades en la búsqueda del desarrollo sostenible. En un mundo en el que más del 50% de la población mundial vive en zonas urbanas, es evidente que las ciudades forman parte de los retos, pero también de las soluciones. Las ciudades y regiones portuarias desempeñan un papel aún mayor, si tenemos en cuenta que hoy en día aproximadamente el 40% de la población mundial vive a menos de 100 kilómetros de la costa (ONU, 2017).
El tema de este año para el Día Mundial de las Ciudades, «Actuar localmente para ser globales», está totalmente en consonancia con la misión de la Agenda 2030 de la AIVP, una herramienta para ayudar a los actores locales de las ciudades portuarias a actuar y contribuir tanto al desarrollo sostenible de las ciudades portuarias como al desarrollo sostenible como objetivo global. En concreto, el Día Mundial de las Ciudades se centra en las acciones dedicadas al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11 de las ONU: » Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles «. El ODS 11 es transversal a varios objetivos de la Agenda 2030 de la AIVP. Esto es más visible si miramos las 10 metas del ODS 11, podemos ver la conexión con nuestra Agenda mucho más claramente. Más concretamente, el ODS 11 se relaciona con los objetivos 1, 2, 3, 4, 6, 8, 9 y 10 de la AIVP.
Estas metas establecen un marco de acción concreto para todos los actores. Este marco es aún más claro para las ciudades portuarias gracias a la Agenda 2030 de la AIVP. Sin embargo, como señalan expertos como Peter Hall, el camino a recorrer sigue siendo complejo. Hall identificó 4 retos principales: La escala, los actores, el foro y el territorio, todo ello en un contexto de cambio constante y de tensión internacional. Navegar por estas aguas turbulentas sin perder el norte sigue siendo el principal desafío, para lo cual es clave combinar una gobernanza eficaz e inclusiva con una visión coherente de la ciudad portuaria, como también señaló Sabah Zrari. Es necesario superar las posibles tensiones y tender un puente entre las acciones locales en el territorio de la ciudad portuaria y las ambiciones globales establecidas por organizaciones como la ONU. Veremos en breve lo que los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales, pero también las comunidades locales, divulgan, debaten y, esperemos, deciden en la próxima COP 27 de Egipto. En anteriores reuniones de este tipo han surgido conceptos interesantes, como los corredores verdes. El cambio climático no espera a nadie, ni respeta las guerras ni las pandemias, y las ciudades estarán en primera línea de estos retos, independientemente del color político del partido gobernante. La conexión local-global no puede ser más explícita que en este tema, más aún en las ciudades portuarias.