El puerto de Vancouver tiene la ambiciosa meta de convertirse en el puerto más sostenible del mundo. Una parte primordial del camino hacia este horizonte se encuentra conectada a un ecosistema saludable para la biodiversidad local. El puerto está desarrollando una multitud de acciones para proteger las especies locales y administrar las tierras y las aguas del puerto de forma sostenible, incluyendo un amplio Programa de Mejora del Hábitat que ha sido desarrollado durante los últimos 30 años. En esta entrevista, sabremos más acerca de los distintos proyectos implementados con el fin de proteger y fomentar la biodiversidad local.
Entrevista con Duncan Wilson, Vicepresidente de Asuntos externos y del medio ambiente de Vancouver Fraser Port Authority
AIVP – El tráfico de buques es el origen de la perturbación de muchos mamíferos marinos, como, por ejemplo, el ruido submarino. Conocimos sus motivaciones para reducir el ruido submarino, las que en gran parte se asocian a la famosa iniciativa conocida como Programa “ECHO”, que apunta a la disminución de estos efectos adversos. ¿Podría ofrecer más información acerca de este programa?
Duncan Wilson, Vicepresidente de Asuntos externos y del medio ambiente de la Administración Portuaria de Vancouver – El mar de los Salish, donde se encuentra el puerto de Vancouver, es un área del océano Pacífico que tiene una gran diversidad y alberga un gran espectro de vida marina que incluye algunas especies en peligro de extinción, tales como la orca residente del sur (SRKW). Siendo miles los buques que transitan por esta área con rumbo al puerto de Vancouver, la Administración portuaria de Vancouver dio inicio en 2014 al programa ECHO (Enhancing Cetacean Habitat and Observation) de mejoramiento del hábitat y de la observación de los cetáceos a fin de llegar a una mejor comprensión de los efectos acumulativos del tráfico marítimo de esta población local de cetáceos y reducir su impacto.
Al reconocer que el ruido submarino producido por los buques comerciales puede interferir en la capacidad de caza, desplazamiento y comunicación de las orcas residentes del sur, el programa alienta a los buques a desacelerar sus máquinas en forma voluntaria o mantener la distancia con el fin de disminuir el ruido submarino en su paso por áreas de forrajeo que son cruciales para estos cetáceos.
Desde la primera desaceleración, en 2017, más de 6000 buques han participado en forma voluntaria en las iniciativas de reducción del ruido submarino del programa ECHO, que abarca 74 millas náuticas del mar de los Salish. En 2020, estas iniciativas ayudaron a reducir la intensidad del ruido submarino en cerca de un 50 % en algunas áreas de forrajeo de las orcas residentes del sur.
Sentimos un enorme orgullo por la gran sensibilización que ha ayudado a generar el programa ECHO en torno al ruido submarino, y, en particular, nos emociona que, en el Estado de Washington, en EE. UU., se esté lanzando un programa similar, llamado Quiet Sound (sonidos suaves), inspirado en nuestro programa. Estamos trabajando para incentivar otros esfuerzos dirigidos a disminuir el ruido submarino en otros puertos de todo el mundo.
AIVP – Las especies invasoras son una de las amenazas más peligrosas a la biodiversidad local. Es habitual que, en las ciudades portuarias con gran circulación marítima, los buques transporten especies no autóctonas en su agua de lastre. Se ha evaluado que estas especies invasoras sean las responsables de entre un 30 y un 35 % del riesgo para la biodiversidad. ¿Qué políticas se están implementando para evitar este problema?
Duncan Wilson, Vicepresidente de Asuntos externos y del medio ambiente – Llevamos a cabo la vigilancia del terreno y las aguas al interior de nuestra jurisdicción en busca de plantas y otras especies acuáticas invasoras y realizamos su gestión junto a iniciativas orientadas a su eliminación, además de aportar cada año a la extracción física y química de la espartina, una especie gramínea que afecta el borde costero.
Nuestro puerto fue el primero en América del Norte en prohibir el intercambio de aguas de lastre dentro del puerto sin el intercambio previo de estas aguas en alta mar con el fin de evitar la transferencia de especies invasoras traídas por los buques que ingresan a nuestras aguas locales. Por ser una de las mejores opciones disponibles para reducir la introducción de especies invasoras, esta práctica se convirtió en la base de las orientaciones del gobierno de Canadá y ha sido adoptada por muchos países más.
Todos los buques que recalan en el puerto de Vancouver deben cumplir con los requisitos establecidos por el Convenio para la gestión del agua de lastre de la Organización Marítima Internacional (OMI), que exige que los buques tengan a bordo un sistema aprobado de tratamiento de aguas de lastre o que lleven a cabo su intercambio en alta mar. Por otro lado, todas las actividades que planteen el riesgo de introducción de especies invasoras (como el pulido de las hélices, por ejemplo) deben someterse a un estudio previo a la inspección con el fin de identificar el grado del material incrustado en las hélices.
Nos estimula el progreso obtenido por la industria naviera con respecto al desarrollo de tecnología antiincrustante, que impide, o limita, el desarrollo de organismos marinos en el casco de los buques. En particular, las Directrices para el control y la gestión de la contaminación biológica de los buques a los efectos de reducir al mínimo la transferencia de especies acuáticas invasivas de la OMI (2011) ofrecen orientación sobre agentes antiincrustantes. Conforme al Ministerio de transporte de Canadá (Transport Canada), alentamos a los buques a aplicar las directrices de la OMI sobre bioincrustación como una práctica recomendable para la gestión de especies invasoras, y que lo hagan de manera voluntaria.
AIVP – El Programa de mejoramiento del hábitat incluye una serie de proyectos de recuperación que contemplan el Proyecto de recuperación del hábitat del borde costero del Parque de New Brighton (Brighton Park Shoreline Habitat Restoration Park), en el que se combinan nuevos espacios públicos y humedales recuperados. ¿Puede profundizar con respecto a este proyecto y sobre cómo fue recibido por la comunidad?
Duncan Wilson, Vicepresidente de Asuntos externos y del medio ambiente – Nuestro Programa de mejoramiento del hábitat se centra en la creación, recuperación y fortalecimiento del hábitat de peces y vida silvestre con el fin de generar un equilibrio entre un medioambiente saludable y el futuro desarrollo de proyectos que pueden ser necesarios para las operaciones portuarias.
Uno de aquellos proyectos, ya finalizado, es del borde costero del parque de New Brighthon, que fortalece el hábitat de peces y vida silvestre en la zona del puerto de Vancouver, la ensenada de Burrard, y un mayor acceso público a la abundante naturaleza que hay en su interior. En asociación con la Junta del parque de Vancouver y las comunidades de las naciones originarias Musqueam, Squamish y Tsleil-Waututh recuperamos y mejoramos una zona costera y de tierras altas históricamente rellena, ofreciendo un hábitat de gran valor para un amplio abanico de peces, aves, y otras especies de vida silvestre.
La creación de un humedal mareal en la ensenada de Burrard ofrece un hábitat que resulta crucial para los salmones que migran en su etapa juvenil a lo largo de la costa mientras se dirigen hacia el mar, en tanto que la plantación de varias especies vegetales autóctonas en la costa occidental, unos 25 000 tapones de marismas salobres, 200 árboles nativos y 4000 arbustos costeros, ha restablecido la biodiversidad vegetal en el humedal creado recientemente. Las obras finalizaron en 2017, y, como ocurre en todos los proyectos de mejoramiento del hábitat, llevamos a cabo un seguimiento anual del lugar con objeto de garantizar que el proyecto siga alcanzando sus objetivos biofísicos.
AIVP – El Projecto de restauración marina en Maplewood es una de las iniciativas en curso destinadas a proteger la biodiversidad local en el puerto de Vancouver. Este proyecto incluye, además, una gran participación de diferentes grupos sociales y considera el debate público. ¿Cómo desarrollaron esta participación y cómo se implementó este proyecto?
Duncan Wilson, Vicepresidente de Asuntos externos y del medio ambiente – El proyecto de restauración marina en Maplewood está emplazado en el puerto de Vancouver en la costa norte de la ensenada de Burrard, en un área marina que fue identificada por un grupo nativo local, la nación originaria Tsleil-Waututh, como de recuperación prioritaria. En consonancia con el Plan de acción de la ensenada Burrard de la nación originaria Tsleil-Waututh, y debido al pasado industrial del lugar, nuestro proyecto se centró en la recuperación del hábitat marino pobre en diversidad para convertirlo en uno con mayor diversidad de peces, aves y demás vida silvestre.
El proyecto incluyó algo que hasta entonces era inédito en la ensenada de Burrard: el trasplante de cerca de 125 000 brotes de algas para crear un lecho de 1,5 hectáreas. Este trabajo se completó gracias a la continua colaboración con la nación Tsleil-Waututh, la que se desplegó desde su planificación hasta su implementación y culminó en agosto de 2021. También agradecemos la participación y compromiso de las naciones originarias Musqueam y Squamish.
Nuestro enfoque hacia la participación del público y otros interesados se basa en la comunicación recíproca y en un diálogo franco, logrando un trabajo conjunto para garantizar que se consideren la comunidad, el medioambiente y la economía durante toda la planificación del proyecto. Como parte de este proyecto, se involucró a una serie de interesados que incluyó a lugareños y grupos de empresarios, de gobierno, grupos medioambientalistas y de enlace comunitario, además de otros grupos municipales.
La autoridad portuaria completó los estudios de viabilidad sobre más de 100 hectáreas de posible mejoramiento del hábitat. Trabajamos junto al departamento Fisheries and Oceans Canada (DFO) del gobierno de Canadá y en consulta con grupos nativos, todos los niveles de gobierno, comunidades vecinas, y otras instancias normativas sobre posibles proyectos. Esto nos permite garantizar que se consideren los intereses de todas las partes en beneficio de todos.
AIVP – El puerto de Vancouver planifica, además, una ambiciosa ampliación del puerto, con el proyecto Roberts Bank Terminal 2. Hay una serie de acciones compensatorias planificadas para la protección de las marismas, las algas y las poblaciones de salmón.
¿Nos podría dar más información acerca de esos proyectos, la forma en que los han estructurado y cuál es su importancia con respecto a los planes para la nueva terminal?
Duncan Wilson, Vicepresidente de Asuntos externos y del medio ambiente – Para compensar los efectos medioambientales del proyecto Roberts Bank Terminal 2, nos basamos en más de una década de investigación ambiental en torno al proyecto, lo que incluye más de 77 estudios individuales que dieron como resultado 35 000 horas de trabajo de campo realizado por más de 100 científicos e ingenieros profesionales.
En este trabajo se identificaron oportunidades clave para proteger los peces y su hábitat frente a los posibles efectos asociados al proyecto tanto durante su implantación como durante la operación, y se informó una serie de medidas de mitigación que evitan, reducen o mitigan su impacto. Además de construir la terminal en aguas profundas, alejada del hábitat intermareal vulnerable, proponemos medidas de mitigación adicionales relacionadas con los salmones juveniles, que abarcan la reducción de la huella de la terminal y modificaciones en el diseño del proyecto para facilitar el paso de los peces a través de los extremos norte y sur del proyecto.
Por ejemplo, proponemos la construcción de 86 hectáreas, lo que equivale a unas 163 canchas de fútbol, de hábitat de compensación desarrollado en colaboración con grupos nativos a fin de apoyar a especies prioritarias tales como los salmones juveniles, el cangrejo Dungeness y otras especies silvestres. Esto contempla una diversidad de tipos de hábitat y avances en los hábitats prioritarios identificados por los grupos nativos, los que reflejan su perspectiva en cuanto al mejoramiento del hábitat en la zona.
AIVP – Los proyectos desarrollados por el puerto de Vancouver para proteger la biodiversidad no solo son relevantes para el medioambiente. Son, además, una oportunidad para trabajar con las naciones originarias y las comunidades nativas. ¿De qué manera se estructura esta colaboración?
Duncan Wilson, Vicepresidente de Asuntos externos y del medio ambiente – Entablar vínculos con las naciones originarias y las comunidades nativas no solo forma parte de nuestro mandato federal. Es, además, algo que nos permite aprender de una experiencia cultivada durante los miles de años en que han vivido y prosperado en torno al mar de Salish, la ensenada de Burrard y el río Fraser.
Nuestro interés común es proteger las tierras y las aguas dentro de la jurisdicción del puerto de Vancouver, por lo que trabajamos junto a las comunidades nativas locales para ayudar a fortalecer y mantener saludable el medioambiente de su territorio. El resultado es que, junto a las comunidades nativas locales, logramos emprender proyectos que nos benefician mutuamente en el puerto de Vancouver, como, por ejemplo, el Proyecto de recuperación del hábitat del borde costero del Parque de New Brighton, destinado a apoyar la salud de las tierras y aguas que compartimos.
Junto con estos principios, la autoridad portuaria reconoce la importancia de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y se compromete a estar en consonancia con los Principios federales sobre la relación del gobierno de Canadá con los pueblos indígenas dentro de su mandato contemplado en la Ley marítima de Canadá.