Durante la One Ocean Summit, celebrada en Brest del 9 al 11 de febrero, más de veinte grandes puertos europeos, de Asia oriental y de América del Norte se comprometieron a reducir el impacto medioambiental de los buques en los puertos de aquí a 2028, dos años antes del objetivo de 2030 fijado por la Comisión Europea. En efecto, el objetivo europeo es reducir las emisiones en un 55% de aquí a 2030, e incluso en un 75% en el caso del transporte marítimo. Con los compromisos asumidos en Brest, la veintena de puertos afectados se adelantarán incluso a este objetivo en lo que respecta a las escalas. Gracias a una declaración iniciada por Francia y con ocasión de una sesión organizada por la AIVP, estos puertos han decidido trabajar juntos en el suministro de electricidad al muelle, así como en la elaboración de tarifas verdes, es decir, derechos portuarios modulados según un sistema de «bonus-malus».
La sesión organizada por la AIVP versó precisamente sobre la «transición energética de las ciudades portuarias», con ponentes de muy alto nivel procedentes de los puertos de Singapur, Los Ángeles y Long Beach, Marsella, Barcelona o Haropa Port (Le Havre, Ruan, París). Jean-Baptiste Djebbari, Ministro de Transportes (Francia), anunció esta declaración durante un discurso de clausura, que fue acogido por Adina-Ioana Valean, Comisaria Europea de Transportes (UE), presente ese día para reaccionar oficialmente a los debates dirigidos por la AIVP.