La iniciativa Blue Ports de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) permite que los puertos de comercio y de pesca puedan volverse más azules y favorecer el desarrollo sostenible de su territorio. La calidad de la relación puerto-ciudad es uno de los principales desafíos que un puerto debe enfrentar para alcanzar este objetivo. ¿Cuáles son los desafíos para un puerto que desea volverse “Azul” y cómo alcanzar este objetivo a través de dicha iniciativa? José Estors Carballo (FAO) nos lo explica a continuación.
El Marco Estratégico de la FAO para 2022-2031 busca “respaldar la Agenda 2030 mediante la trasformación hacia sistemas agroalimentarios MÁS eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, para conseguir una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor sin dejar a nadie atrás.”
Las “cuatro mejoras” del Marco Estratégico reflejan las interconexiones entre las dimensiones económica, social y ambiental de los sistemas agroalimentarios. Asimismo, la FAO aplicará cuatro “aceleradores” transversales, es decir la tecnología, la innovación, los datos y complementos (gobernanza, capital humano e instituciones) en todas sus intervenciones programáticas a fin de acelerar las repercusiones y, al mismo tiempo, reducir al mínimo las compensaciones necesarias.
La Iniciativa Blue Ports responde a las cuatro mejoras y aceleradores de la FAO por medio de un enfoque hacia los puertos marítimos como centros de conocimiento en los que se llevan a cabo diversas actividades que inciden de manera directa en la vida de las personas. Este enfoque permite que los puertos se conviertan en fuentes de valor en las que pueden basarse las estrategias operativas de desarrollo local.
Hasta ahora, el enfoque de economía azul se ha presentado como una estrategia para mejorar la “triple línea base” de los puertos pesqueros y comerciales, que incluye la preservación del medioambiente (por ejemplo, reducción de la contaminación), el fomento de beneficios sociales (por ejemplo, trabajo digno y justo) y promoción del crecimiento económico (por ejemplo, rentabilidad sostenible).
La cadena de valor de la pesca se vincula con los puertos pesqueros, cargadores, aduana, el comercio minorista, la industria del procesamiento, los propietarios de buques, y la industria de construcción naval, entre otros, y a su vez, estas actividades se relacionan con asuntos jurídicos y reglamentarios (por ejemplo, normativas sanitarias y aduaneras) y con cuestiones medioambientales tales como la gestión de los recursos marinos o de la huella de carbono. Por otro lado, asuntos tales como el trabajo, la equidad de género y el reconocimiento de los pueblos originarios también juegan una importante función.
Además, los puertos se conectan estrechamente con las ciudades ubicadas dentro de su zona de influencia. De hecho, es frecuente que los puertos sean el lugar desde donde se comienza a comprender la historia de una ciudad y de sus habitantes. La actividad económica que generan crea fuentes de empleo, estimula el desarrollo empresarial e impulsa el desarrollo tecnológico y la innovación y se relaciona con el desarrollo social por medio del fortalecimiento de sus capacidades y competencias. Puesto que el entorno se ve afectado por la actividad portuaria, la transición hacia una producción energética más sostenible cobra relevancia para quienes viven en las ciudades portuarias.
En 2019, la FAO dio inicio a un proceso internacional de consulta a los puertos pesqueros con el fin de comprender mejor, y medir, la función de los puertos en el desarrollo territorial de las zonas costeras. Este proceso consistió en tres talleres y una serie de actividades que, en su conjunto, identificaron la necesidad de aumentar y poner en común aquellos conocimientos en torno a la forma en que un puerto puede volverse “azul”, por ejemplo, cómo podría aprovechar al máximo su efecto favorable sobre las zonas de interior. Representantes de más de 20 puertos de todo el mundo expresaron su acuerdo en promover la Iniciativa de Puertos azules, un esfuerzo cuyo objetivo es mejorar y difundir los conocimientos acerca de la sostenibilidad portuaria.
La Iniciativa Blue Ports se propone contribuir a la mitigación de la pobreza y a la seguridad alimentaria mediante la promoción de la calidad de los alimentos, la preservación de los recursos naturales, el fortalecimiento de las cadenas de valor y el fomento del cumplimiento de las prácticas laborales recomendables y la equidad de género en los sectores marítimos. Mediante la Iniciativa Blue Ports se alienta y ayuda a los puertos pesqueros a implementar un enfoque de economía azul en sus procesos estratégicos y operativos. Para ser “azul”, un puerto pesquero debe lograr, por lo menos, los siguientes beneficios de mediano a largo plazo que lo ayudarán a convertirse en un motor relevante para el desarrollo local sostenible:
- La planificación estratégica se apoya en la inclusión, la competitividad, la ecología y la eficiencia de los procesos.
- Las relaciones con las partes interesadas se fortalecen en la medida en que la academia, el gobierno, el sector privado y la sociedad civil abordan en conjunto los principales desafíos.
- La inversión y las instalaciones responden directamente a la demanda de las partes interesadas.
- La innovación se fomenta al atraer a posibles inversionistas y empresarios.
- Las asociaciones público – privadas y los proyectos e inversiones que atraen fondos se ven impulsados por la mayor participación de las partes interesadas, la eficaz planificación y las mejores operaciones comerciales.
- La relación entre la ciudad y el puerto se mejora y asegura por medio de la planificación e implementación de acciones conjuntas destinadas a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.
- Las operaciones comerciales mejoran en cuanto a su volumen y sus ingresos.
A la luz de lo anterior, la iniciativa de Puertos azules se propone impulsar el desarrollo sostenible de las zonas costeras a través de la operación del puerto azul. Dentro del marco de la Iniciativa de Puertos azules se esperan los siguientes resultados:
- Resultado 1. Creación y operación de la red de puertos azules. Habrá un programa operativo, un modelo de referencia y una guía para convertirse en un puerto pesquero azul.
- Resultado 2. Creación de capacidades en la gestión de puertos azules en tanto centros de innovación y desarrollo sostenible. Se organizarán talleres, seminarios y cursos de capacitación, y se producirá una serie de guías.
- Resultado 3. Herramientas innovadoras para la gestión del conocimiento en los puertos pesqueros nacionales e internacionales. Entre estas herramientas se incluirá una plataforma digital y un observatorio de datos.
- Resultado 4. Diseño del puerto y estrategias y acciones de implementación basados en el enfoque de crecimiento azul a través de actividades específicas de ayuda técnica.
- Resultado 5. Se mide el impacto real de los puertos en sus zonas de interior.
Como ya se mencionó, es posible que la relación entre la ciudad y el puerto sea uno de los principales desafíos de un puerto que aspira a volverse azul. Un puerto que no se vincule con la ciudad en sus procesos de planificación estratégica no puede considerarse sostenible. Debe medirse su impacto sobre la ciudad, y las actividades portuarias deben considerar este impacto en términos de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Es probable que la participación directa de un puerto en las estrategias de crecimiento de una ciudad reduzca la posibilidad de conflictos y facilite la implementación de las actividades y procesos del puerto.
La Iniciativa de Puertos azules abordará estos desafíos por medio de los resultados mencionados. Ya se han recopilado muchas prácticas recomendables con el fin de determinar cómo es que los puertos pueden mejorar su relación con las ciudades aledañas y su impacto sobre ellas. La puesta en común de prácticas recomendables y conocimientos sobre las técnicas que pueden emplearse para medir el impacto son apenas algunas de las experiencias que pueden compartirse al interior de la Iniciativa Blue Ports.
Por último, se alienta a que todos los puertos que tengan interés en volverse “azules”, y por lo tanto, sostenibles, se unan a la Iniciativa Blue Ports. Se invita a todas las entidades afines a analizar su posible colaboración. Aprovechar al máximo el impacto positivo de los puertos sobre sus zonas de interior y considerarlos centros de conocimiento generará beneficios y dará lugar al logro de las cuatro mejoras de la FAO, y, fundamentalmente, al logro de las aspiraciones de la Agenda para 2030.
Roma, Enero de 2022