La AIVP organizó una Asamblea General en línea el pasado 10 de junio. Cerca de cien delegados provenientes de 25 países pudieron participar en ella. Además de revisar en profundidad los estatutos, la Asamblea General se pronunció acerca de los primeros resultados de la nueva estrategia implementada hace 2 años y las perspectivas, en particular en lo que se refiere a los eventos tanto presenciales como a distancia.
La AIVP, que es una «organización sin fines de lucro», se rige por la ley francesa referida a las asociaciones de 1901, que ha sido desde entonces objeto de diversos complementos por parte del legislador. Esta ley fija las condiciones generales de creación de una asociación, bien como las obligaciones de los miembros. Cada asociación bajo la nomenclatura de «ley 1901» puede luego adoptar en asamblea general, que es soberana, estatutos que rigen su actividad como un todo, y sus modalidades de funcionamiento. El sector asociativo goza de beneficios fiscales y es particularmente activo en Francia, con cerca de 1,3 millones de asociaciones, y un peso económico total de 70.000 millones de euros. Este peso económico viene naturalmente acompañado por una obligación de transparencia, tanto en las modalidades de gobernanza como en el uso de los fondos recibidos.
Los estatutos de la AIVP habían cambiado muy poco desde 1997 y era entonces necesario adaptarlos lo mejor posible a la evolución del sector y a las expectativas de los miembros. Más agilidad en la gobernanza, más transparencia en la realización de las acciones, y una mayor capacidad para atender a las expectativas de los miembros, fueron los principios que guiaron los debates. Fueron llevados a cabo por el Comité Ejecutivo y el Consejo de Administración de la AIVP, con el apoyo de un experto jurídico especializado. Sobre esta base, puede desplegarse entonces la implementación del proyecto estratégico de la AIVP imaginado para las próximas décadas.
El proyecto, que fue sometido a la aprobación de la Asamblea General, acaba entonces de ser aprobado por una muy amplia mayoría, en pleno respeto del quorum existente. La hoja de ruta es clara y, de ahora en adelante, respalda perfectamente, las orientaciones estratégicas.
La actividad de la AIVP se vio fuertemente perturbada en 2020 debido a la pandemia de la COVID 19. Todo el calendario de eventos debió ser cancelado o pospuesto. Un ambicioso programa internacional de webinarios fue sin embargo ideado, lo que permitió poner a prueba otras modalidades de acción. Una intensa actividad online de producción de contenido, junto a una nueva página web, son otros elementos que deben ser recalcados.
En este contexto, después del voto casi unánime de los presentes en cuanto a los informes de gestión y financiero 2020, la asamblea aprobó los proyectos para 2021 y 2022. A este respecto, cabe señalar que la 17ª Conferencia mundial de las ciudades portuarias será postergada y tendrá lugar, como previsto, en Tánger (Marruecos), en mayo de 2022. Será consultada una firma de estudios especializada, con el propósito de formular un doble programa presencial y a distancia, que permita responder a las nuevas expectativas de los actores del desarrollo de las ciudades portuarias. Mientras tanto, la cita queda para fines de este año en Bruselas. Su objetivo: preparar la conferencia mundial de Tánger y elegir un nuevo Comité ejecutivo, puesto que el Presidente Matthis llega al término de su mandato. Un cambio de gobernanza que estará, sin duda alguna, a la altura de las ambiciones de la AIVP. Edouard Philippe, alcalde de la ciudad de Le Havre y ex primer ministro francés, se proclamó candidato.