Papeete se encuentra situada en la isla de Tahití, en la Polinesia Francesa. Al verse la economía local afectada por la Covid-19, el Puerto anunció el pasado 17 de junio un plan de apoyo para las empresas polinésicas. Este dispositivo, cuyo costo asciende a 4 millones de euros, se concentra en tres sectores, que son la industria marítima, el turismo y los transportes interinsulares. Pero también se trata de una oportunidad para concebir un desarrollo más sostenible, y es por esta razón que la AIVP quiso absolutamente entrevistar al Sr. Jean-Paul Le Caill, Director General del Puerto Autónomo de Papeete.

El Puerto Autónomo de of Papeete es miembro de AIVP desde el 2013.

Jean-Paul Le Caill et la direction du Port autonome de Papeete
El equipo de gestión, de izquierda a derecha: Aurélie Malet-Maurel, abogada, Alphonse Kautai, capitán del puerto, Jenny Laudes, responsable de recursos humanos, Jean-Paul Le Caill, Director General del puerto, Valérie Sigaud, abogada.

 

AIVP – Usted anunció un plan de apoyo para la economía local, especialmente en el sector portuario. Efectivamente, alrededor de 200 empresas se instalaron allí, contabilizando 5000 empleos directos e indirectos. Por lo tanto, la preservación del empleo pasa necesariamente por el apoyo del clúster portuario. Otras actividades vitales para la ciudad de Papeete dependen del puerto, tales como los cruceros, que suman 1,7m de pasajeros al año. (nota: según los datos del Instituto de Estadísticas de PF, los pasajeros de cruceros son de alrededor 40.000/45.000 al año. Por otro lado, la estación marítima de Papeete, destinada a los transbordadores Tahití-Moorea, recibe entre 1,5 y 1,8 millones de pasajeros al año)
¿Cómo fue la pandemia en Papeete y cuáles fueron sus consecuencias en el puerto y la ciudad?

Jean-Paul Le Caill, Director General del Puerto Autónomo de Papeete – Como capital de la Polinesia Francesa, Papeete concentra todas las instituciones políticas (Asamblea de Polinesia Francesa, Gobierno, Alto Comisionado de la República en Polinesia Francesa, que representa al Estado, el Consejo económico, social, medioambiental y cultural de Polinesia Francesa). Papeete es un centro administrativo que concentra también la mayoría de las infraestructuras económicas e industriales, con 3 polos, todos localizados en las periferias: la zona industrial de Tipaerui, la de Titioro y la más importante, la zona portuaria de la que forma parte el Puerto Autónomo de Papeete. Papeete también es un polo educativo fundamental en Polinesia con más de 20 centros preescolares y escuelas primarias (públicos y privados), 8 establecimientos de enseñanza secundaria, una universidad privada y centros de formación.

Con sus 190.000 habitantes, la isla de Tahití corresponde a una ciudad francesa mediana. Cada día, la capital, de 27.000 habitantes en épocas normales, multiplica su población por 5.
Incluso una parte de la población de Moorea, isla hermana localizada a 15 km de Tahití se desplaza diariamente en transbordador para llegar a Papeete.

El confinamiento general que fue decretado a partir del 21 de marzo de 2020 provocó la detención brutal de todas las actividades de la ciudad, y el cierre de la mayoría de los negocios (restaurantes, cines, bares, tiendas, etc.), escuelas, empresas, parques públicos, etc.

Zone portuaire de Papeete

Desde el mes de abril, en el auge de la crisis, 85% de las empresas ya casi no tenían ninguna actividad, con una caída del volumen de negocios de por lo menos 75% para 9 de cada 10 empresas, en el sector del turismo. Con la excepción de la gran distribución, todas las empresas sufrieron un considerable empeoramiento de su tesorería en abril y mayo.

El sector de los cruceros fue el más afectado, puesto que su actividad se detuvo totalmente y de forma instantánea. Si bien el confinamiento general empezó el 21 de marzo de 2020, este sector detuvo sus actividades a partir del 11 de marzo, con la detención de los cruceros en curso, el retorno de las embarcaciones al atracadero de Papeete y la repatriación de los pasajeros, hacia sus países de origen.

En el sector del transporte marítimo entre Tahití y Moorea, la contracción del volumen de negocios fue de 90%, con la detención total de la explotación de una compañía, y un funcionamiento al 20% del segundo transportador. El tránsito de pasajeros pasó de un total de 5.000 personas al día en tiempos normales, a 300-350 en abril. Aún hoy, el número de pasajeros transportados sigue siendo inferior al 30% de los mismos meses del año anterior, sobre todo a raíz de la ausencia de turistas.

Afortunadamente, y para terminar con un tono positivo, fueron mantenidos el tránsito de mercancías y el transporte de energía a nivel internacional. El puerto siguió funcionando, el ritmo de llegada de los buques de carga, cisternas y metaneros siguió siendo el mismo con relación a años anteriores.

 

Navire approchant de Papeete

AIVP – El tejido económico portuario denso es primordial para Tahití. Es un verdadero clúster claramente orientado hacia la economía azul. Sin embargo, la crisis sanitaria y económica obliga a reorganizar la producción y los intercambios internacionales.
¿Cómo permitirá su plan de apoyo que las empresas locales resistan a la recesión económica?
 

Jean-Paul Le Caill, Director General del Puerto Autónomo de Papeete Partimos del principio, que todos compartíamos, de que el confinamiento general instaurado en toda Polinesia iba a provocar una verdadera crisis económica. Tal como lo subrayé, la disminución de la actividad fue realmente brutal.

También era casi seguro que la reactivación post confinamiento sería tímida.

El Puerto de Papeete debía poner en práctica medidas de acompañamiento, para evitar la bancarrota de las empresas y mantener el empleo, y una tesorería suficiente para estar a la altura de la reactivación.

Cabe mencionar que los ingresos portuarios proceden de 3 fuentes: un impuesto de peaje sobre el valor de las mercancías importadas (del orden de 9,2 millones de euros), los cánones de ocupación (8,3 millones de euros) y las prestaciones portuarias tales como el remolque, el atraque, los derechos de almacenamiento, etc. (de cerca de 8,3 millones de euros).
La disminución de los ingresos portuarios en 2020 aceptada por el Puerto Autónomo debe permitir por un lado que las empresas locales puedan continuar su explotación y, por lo tanto, por otro lado, que mi establecimiento pueda en el medio plazo mantener sus ingresos futuros.

Efectivamente, es absolutamente necesario mantener este nivel de ingresos para conservar todas las capacidades operacionales del Puerto (especialmente la manutención y la continua mejoría de las infraestructuras existentes), y, sobre todo, poder concretar todas las nuevas inversiones previstas: extensión del muelle de cabotaje, terminal de cruceros, marina, etc.

Las medidas de exoneración adoptaras por el consejo de administración del Puerto, que en su mayoría durarán 6 meses, aliviarán al máximo las cargas de las empresas y permitirán que éstas acompañen la reanudación de las actividades. Estas medidas, evaluadas en 4 millones de euros, representan cerca del 16% de los ingresos anuales del Puerto.

No olvidemos que, por otro lado, el gobierno polinesio adoptó medidas de apoyo para el conjunto de la economía, como por ejemplo una ayuda para el mantenimiento del empleo, o la postergación de algunas cargas fiscales y sociales.

 

AIVP – Tahití es uno de los destinos turísticos favoritos de los norteamericanos y de los europeos, y las visitas habían alcanzado en 2018 su nivel más alto de los últimos 10 años. Las remodelaciones, dirigidas al ocio y a las actividades acuáticas tales como el buceo o el snorkelling, permitieron un crecimiento sostenido del sector, qui representa 15% del PIB polinesio. Ante la crisis, Tahití Turismo ha preparado un plan de reactivación, para apoyar la reanudación de las actividades a partir del 15 de julio – fecha de reapertura de los vuelos internacionales. De forma paralela, el plan de estímulo del Puerto también incluye un elemento turístico.
¿Podría hablarnos de su participación en este sector, y de su cooperación con el GIE Tahití Turismo?
 

Jean-Paul Le Caill, Director General del Puerto Autónomo de Papeete – I bien la Polinesia Francesa se extiende en una superficie tan amplia como Europa (cerca de 5.000.000 km2), no es menos cierto que se trata de un “pequeño territorio” de 280.000 habitantes. Tal como usted subraya, el turismo representa 8% del PIB y 15% de los empleos remunerados del sector comercial, y aporta más de 540 millones de euros en ingresos anuales. El sector de los cruceros, que concierne sobre todo el Puerto Autónomo, representa cerca de 60 millones de euros en ingresos. Por lo tanto, se trata de un sector muy importante, con un potencial de desarrollo no desdeñable, que requiere la participación de todos.

Croisière Papeete

 

Para el Puerto Autónomo de Papeete, esto se traduce desde 2011 en una nueva misión, inscrita en el Código de los Puertos Marítimos de la Polinesia Francesa, que consiste en emprender todas las acciones de promoción de sus tránsitos en el sector de los cruceros, de la navegación deportiva y del yachting de lujo.

En este marco, el Puerto interviene esencialmente en la acomodación de infraestructuras dedicadas a la recepción de esta categoría de turistas. Algunas de las obras ya están terminadas, tales como la marina de Papeete, otras se encuentran en fase de estudio, tales como la futura terminal de cruceros (15 millones de euros de inversiones) o la marina de Uturoa (isla de Raiatea situada a 234 km al noroeste de Tahití).

 

AIVP – En un medioambiente frágil como el de las islas de Polinesia, la transición hacia una economía de bajas emisiones y la protección de la biodiversidad son desafíos esenciales. El “Área Marina Gestionada” de Te Tainui Atea es el mayor espacio protegido del mundo en su categoría, desde 2018. La isla de Tahití, que sin duda es la más poblada de las islas polinesias, tiene un patrimonio natural excepcional que debe preservar. La eco-movilidad, homenajeada en un foro en Papeete en 2019, al igual que las energías renovables, garantizan más de 30% de la producción de electricidad en Tahití, mientras que en Francia Metropolitana esta cifra es de apenas 19%. Estas representan el camino del futuro para proteger la naturaleza.
¿Cuáles son sus ideas para conciliar la reactivación de la economía y el desarrollo sostenible?
 

Jean-Paul Le Caill, Director General del Puerto Autónomo de Papeete La Polinesia Francesa forma parte de los territorios más vulnerables del mundo frente a los efectos del cambio climático. Puesto que se encuentra en el eje Asia/Américas, el Puerto Autónomo de Papeete se encuentra en el punto de encuentro del mundo, que vive un profundo cambio. Una reactivación económica no puede ser imaginada de forma desconectada con relación a consideraciones sociales y medioambientales.

Vue aérienne Papeete

La Polinesia francesa es un gigante marítimo, cuyo pulmón económico es el Puerto Autónomo de Papeete. En materia de desarrollo sostenible, los próximos desafíos que deberemos enfrentar se resumen al reforzamiento de nuestra resiliencia ante los desafíos medioambientales y a la disminución de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Esto requiere nuevas inversiones que participan a la reactivación de la economía polinesia. En este sentido, cuando corresponde, integramos una cláusula medioambiental en las licitaciones que publicamos.

El Puerto ya lleva a cabo acciones puntuales para participar en la reducción de las emisiones: hoy en día, nuestra flota de autos de servicio está totalmente compuesta por vehículos muy pequeños y completamente eléctricos. Disponemos además de cinco centrales fotovoltaicas que producen un total de 227 kilowatts. El objetivo es auto consumir lo más posible la electricidad que se produce localmente.

En términos de biodiversidad, los cuerpos muertos de los fondeaderos puestos a disposición de las embarcaciones deportivas tienen cavidades en su parte superior para que una diversa fauna de peces pueda utilizarlos como refugio.

Atoll de Raroia

De forma paralela, hemos reforzado nuestra vigilancia con relación a los cascos de las embarcaciones que provienen del extranjero, para así disminuir los riesgos de invasión por parte de especies invasoras nocivas para nuestros ecosistemas.

Finalmente, desde el inicio del año 2020, el Puerto Autónomo de Papeete elabora, en conjunto con la Agencia de la transición ecológica (ADEME) y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) su esquema director del plan de transición ecológica y energética, con el fin de reducir su huella medioambiental y sus emisiones, pero también invertir para sus arrendadores y de esta forma contribuir con la reactivación de la economía a través de proyectos virtuosos.

Este documento estratégico se articula alrededor de cuatro grandes ejes, que son:
1. la gestión de los desechos y las economías circulares,
2. la sobriedad y la eficacia energética, y la producción de energías renovables,
3. la gestión de las aguas usadas,
4. los transportes, la circulación interna y el plan de movilidad y de desplazamientos.

La Comuna de Papeete también invirtió de forma masiva en un sistema de saneamiento colectivo de las aguas usadas que tiene como objetivo mejorar la calidad de las aguas de la ensenada.